Salmos 81,6
Tratado del sacerdocio n. 12: No se engañe naide; que, pues conforme al oficio ha de ser la aptitud para el oficio, tan amoroso y de tanta familiaridad no conviene a todos, sino a aquellos que tienen particular familiaridad, amistad y conversación muy estrecha en sus ánimos con Dios.
El solo oficio es testigo de esta verdad, mas también los nombres que al sacerdote le ponen. [...] Dioses llama la sagrada Escritura a los sacerdotes, porque han de ser más que hombres; porque, como dice san Dionisio, qui sacerdotium dixit, sacrorum simul omnium signavit ordines; ita qui sacerdotem dixit, augustiorem prorsus, quam divinum insinuat virum.