Levítico 21,13
Tratado del sacerdocio n. 16: No se maraville nadie de esta limpieza que pide el Hijo de Dios a los que tan íntimamente han de tratar y juntarse con él, pues en la vieja Ley estaba mandado al sacerdote sumo que no se pudiese casar sino con mujer de ciertas calidades, entre las cuales era una, y la principal, que fuese doncella.